En la Legislatura porteña se encuentra un busto original de José de San Martín, obra de Gabriel Dubois. En el Instituto Nacional Sanmartiniano, en tanto, existe una obra idéntica. Gracias a una investigación y una ordenanza recientemente aprobada, se busca destrabar y descubrir las obras que no han sido rubricadas por el artista francés, que eligió Alta Gracia como hogar.
Gabriel Simonnet es un destacado artista cuyo legado artístico dejó una huella en la ciudad, convirtiéndose en un patrimonio cultural altagraciense. Su casa taller, convertida en un museo local, es un testimonio vivo de su talento.
Su vida
El artista nació el 25 de noviembre de 1873 en París, Francia. Su talento fue evidente desde chiquito: a los diez años comenzó a trabajar en el atelier de Carrier Belleuse (maestro, también, de Auguste Rodin, ese que hizo la escultura de El Pensador) donde su habilidad le valió el apodo de Dubois, en honor al director de la Escuela de Bellas Artes. Este coqueto seudónimo lo acompañaría durante toda su vida.
Luego de adquirir experiencia en su país natal, decidió emprender viajes que lo llevaron a Londres y Bélgica, donde realizó obras para la realeza de ambos países. Posteriormente, desembarcó en Buenos Aires como polizón. Todo un aventurero.
En tierras argentinas, Gabriel «Simonnet Dubois» se contactó con el escultor Lucio Correa Morales, trabajando junto a él en la creación de varias esculturas, incluyendo algunas para el cementerio de La Recoleta. La fábrica Azaretto, lo nombró director en 1905.
Durante su tiempo en la empresa, creó obras de arte que adornaron mansiones prestigiosas de Buenos Aires, siendo la araña del Congreso una de sus piezas más destacadas debido a su originalidad y magnitud.
En 1932, Gabriel Simonnet Dubois decide radicarse en Alta Gracia, encontrando en esta ciudad un lugar propicio para seguir desarrollando su arte, esta vez enfocado en la cerámica.
Los dos «Sanmartines«
Ahora bien: era importante destacar las idas y venidas de Dubois para que esta historia haga un salto de casi un siglo y se sumara un nuevo personaje: también artista, también escultor, y con un taller curiosamente muy cerca de el de Dubois (que ya su casa taller se había convertido en museo). Discípulo de Luis Hourgras, quien fuera, a su vez, discípulo de Dubois. Con todo un discipulaje a cuestas, Julio Incardona entra en la historia.
En el 2022, Incardona se encontraba en Buenos Aires cuando descubre, con ojo de artista, en el Instituto Nacional Sanmartiniano una obra muy (muy, pero muy) similar a una de Dubois, que se encuentra en la Legislatura porteña. «Me doy cuenta que hay muchas obras de Dubois que han sido colocadas en diferentes lugares, que no están rubricadas por él. Gracias al contrato que rubrica la autoría que conservó Garbriela Simonnet (nieta de Dubois), se puede avanzar en la ordenanza», explica el artista en diálogo con Redacción Alta Gracia.

Es allí cuando comienza una nueva etapa, cuya punta fue el proyecto aprobado la semana anterior en el Concejo Deliberante, para crear una comisión investigadora encargada de continuar indagando en la vida artística de Gabriel Simonnet Dubois.
La obra del Instituto Sanmartiniano está rubricada en 1934 por el artista argentino Francis De Laperuta. Además, el escultor altagraciense brindó a este medio un detallado informe sobre las semejanzas de las dos obras. En la misma, se explicita que ambas obras tienen la misma morfología en general, «idéntica morfología facial», y la certeza de que son obras idénticas, de la misma matriz escultórica, pero con diferencias sutiles.
«Estamos en tratativas con los encargados de patrimonio del Instituto Sanmartiniano. Tenemos la rúbrica de los contratos y fotografías originales de la época, que dicen que la escultura fue hecha por Dubois en 1912», explica Incardona y agrega: «Luis (Hourgras) decía que hay que ‘faltarle el respeto‘ a la arcilla para que se note en el trazo tu autoría. Hay diferencias sutiles y detalles en ambas obras. Lo que es trascendente y fundamental de destacar es que, en ambas obras, la idea artística es la misma: una escena donde un Granadero, como alegoría inferior, lo sostiene y lo cobija, representando, muy al estilo de Dubois, la idea del cruce de los Andes en una sola pieza» detalla Incardona. Cabe destacar, además, que casi no hay referencias sobre la obra escultórica de Francis De Laperuta.
«La ordenanza se convierte en una herramienta, que pronto va a ir a la Legislatura de Córdoba y a Nación para que destrabe la investigación de la obra escultórica artística de Dubois», expresaba el artista, sobre la ordenanza recientemente aprobada. Es un pequeño paso para destapar y descubrir la obra artística de Gabriel Simonnet Dubois, un diamante escondido de la escultura nacional, de la talla de Auguste Rodin, que aguarda esperando a ser reivindicado.