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El Gobierno de Córdoba anunció que se creará la Reserva de Uso Múltiple Paravachasca, que iría desde los alrededores de Alta Gracia hasta Villa Ciudad de América y el dique Los Molinos. A diferencia de los parques nacionales, en las reservas de usos múltiples no se impiden las actividades productivas.

El Gobierno de la Provincia de Córdoba anunció este viernes la creación de dos nuevas áreas naturales protegidas, a través de la modalidad de «reservas de usos múltiples» en el territorio provincial. El anuncio se realizó por medio de la firma de los proyectos de ley correspondientes, que serán enviados a la Legislatura para su tratamiento.

La primera de estas áreas protegidas será la Reserva de Usos Múltiples Paravachasca, que abarcaría una superficie de 13.000 hectáreas y comprenderá parte del Valle de Paravachasca, desde los alrededores de Alta Gracia hasta Villa Ciudad de América y el dique Los Molinos. Con esta iniciativa, la provincia de Córdoba alcanzará un total de 4 millones de hectáreas bajo algún grado de conservación, de las 16 millones que conforman su territorio.

El objetivo declarado por el gobierno es establecer políticas de manejo ambiental que permitan evitar el deterioro de la biodiversidad y de los recursos naturales existentes en estas áreas protegidas. A diferencia de los parques nacionales, en las reservas de usos múltiples no se impiden las actividades productivas, sino que se aplican regulaciones mediante planes de manejo que definan qué se puede y qué no hacer en cada zona protegida.

La preservación de la biodiversidad en la provincia ha sido en los últimos años cuestionada. Por un lado, por los incendios producidos que afectaron miles de hectáreas; y, por otro, la obra de autovía de Paravachasca que continúa a pesar de la oposición de los ambientalistas del valle. Los habitantes denunciaron cauces de ríos sin agua, sequía, suelos erosionados y escaso monte nativo.

La creación de áreas protegidas se presenta como una medida para proteger los recursos naturales de la provincia, aunque deberá convivir con la polémica generada por la construcción de infraestructuras viales en zonas sensibles desde el punto de vista ambiental o la prevención del fuego.