La calificación legal que pesa sobre el es “abuso sexual con acceso carnal y coacción”. Está detenido desde días después de cometer el abuso, que ocurrió el 6 de enero en Potrero de Loyola.
La víctima tiene 30 años y al momento de la violación cursaba un embarazo avanzado de siete meses. Tras el ataque tuvo que ser internada y los médicos que la asistieron advirtieron que el feto estaba muerto.
Si bien en un principio se estimaba que el deceso había sido a causa del ataque, las pericias determinaron que el bebé había fallecido antes del abuso sexual.
Fuentes relacionadas a la causa confirmaron a Mi Valle que la muerte del feto habría sido a causa de la situación de extrema vulnerabilidad en la que vive, por lo que tomó parte también la SENAF en el caso, organismo que está haciendo el seguimiento y contención de esta mamá.
El hecho
La violación ocurrió alrededor de las 3 de la madrugada del 6 de enero de este año. La víctima había estado en la vivienda de un amigo donde también se encontraba J.P., (el violador de 20 años).
La mujer decidió volver a su casa y el sujeto la siguió de manera sigilosa por detrás. Al llegar a un descampado la atacó con violencia.
La investigación a cargo del fiscal Diego Fernández determinó que las pruebas fueron contundentes y por eso ordenó la elevación de la causa a juicio. Durante el ataque la joven había logrado reconocer al agresor y aportó todos los datos a la policía.
El sujeto se mantuvo prófugo hasta que, gracias a una intensa búsqueda, lo detuvieron una semana después de la violación en la zona de Los Hornos. Al ver los móviles intentó escapar, pero finalmente fue aprehendido.
Fuente: Mi Valle