Laura Mabel Téves, vecina de Alta Gracia cumplió un siglo de vida el pasado 19 de agosto. Bella, radiante, lúcida e independiente, la «seño» Mabel recuerda sus pasos por la escuela Comandante Espora en donde se jubiló. Recibió su vacuna contra el covid-19 y espera que la vida la siga sorprendiendo.
Mabel vive con su hermana Celia de 90 años. Ambas se distribuyen algunas tareas de la casa y además reciben ayuda de vecinos y familiares.
Mabel a sus 100 años vió y vivió todo lo que uno espera vivir para poder recordarlo. Desde la segunda guerra mundial, hasta el conflicto por Malvinas, los sucesivos gobiernos democráticos y de facto, los festejos de Argentina Campeón en el ’78, el estreno de los almuerzos de Mirta Legrand, el esplendor y ocaso de grandes líderes mundiales.

Ella es de Buenos Aires pero se vino a vivir a Alta Gracia en los años sesenta y tantos. Docente, amante de su profesión recuerda a sus compañeras y directivos
«Gracias a Dios me siento bien. He tenido siempre mucha salud, nada de problemas serios. He tenido mucho tiempo para estudiar. Pude trabajar 33 años. Siempre he tenido compañeras y directores muy buenos y me he sentido muy cómoda. El alumnado en general correcto. He tenido cuarto grado. Un tiempo breve primer grado y al final terminé con el sexto grado», contó Mabel a Redacción Alta Gracia.
Ambas tienen a una sobrina- Susana – que las visita cada vez que puede y asegura que sus tías están en un óptimo estado de salud a pesar de la edad. Susana está muy orgullosa de las tías que adoptó- luego de la muerte de su madre- como mamás sustitutas.
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En cuanto a los cambios que hubo en la sociedad de aquellos años a éste, Mabel fue contundente: «Lo que una observa es que (los cambios de) las costumbres, en alguno aspectos fue para bien. En otros no tanto».

¿Cuál es el «secreto» para estar tan radiante?
«Yo pienso en primer término haber tenido muy buena salud. Mis padres, felizmente eran así. Me formaron, como a mis hermanas, en una ambiente sano en donde nunca nos faltó nada para nuestro crecimiento, ya sea físico y de ser siempre lo más correctas posible. Felizmente doy gracias a Dios de haber llegado a esta edad, rodeada de parte de la familia y de mucha gente que nos aprecia mucho», dijo .