Por María Luz Cortez. Cada año, la noche del 31 de julio, algunas personas se preparan para tomar caña con ruda. La tradición dicta que a las 0 horas deberán tomarse tres tragos. El objetivo es ahuyentar las malas ondas, los maleficios y atraer la suerte y la salud.
De acuerdo algunos sitios consultados, la tradición se remonta a los indios guaraníes, que ya habrían reconocido las capacidades medicinales de la ruda macho, que suele ser utilizada con éxito contra los parásitos y otros malestares gastrointestinales. Además, según la sabiduría popular, es una planta que libera a las viviendas de las malas ondas, la envidia y la mala suerte.
¿Por qué el primero de agosto? Es un día elegido como ofrenda a la Pachamama y marca el comienzo en que el invierno comienza a retroceder en busca la primavera. También, según las creencias y experiencias populares, mucha gente y animales suelen enfermarse en julio y como solía decir mi abuela Rosa: «Hay que pasar agosto».
En este contexto, de creer o no creer, la tradición se mantiene intacta en algunas casas y esta periodista ante la duda, respetará la tradición. Cuando el reloj marque las doce, tres sorbitos de caña con ruda para pasar agosto.
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