El ex presidente de la Unicameral, se presentó esta mañana en la fiscalía de Cura Brochero. En el siniestro vial murió la docente Alejandra Bengoa. Su hija Marina y la amiga de esta, Alexa, de 15 años, quedaron con graves secuelas.
Este lunes por la mañana, el dirigente de Hacemos por Córdoba y ex titular de la Unicameral, Oscar González, fue duramente increpado por familiares de las víctimas del choque mortal que protagonizó en el Camino de las Altas Cumbres, al ingresar a los tribunales de Cura Brochero, adonde debía presentarse en el marco del proceso que se le sigue.
Nassia González, mamá de Alexa, una de las jóvenes gravemente heridas por el choque, arremetió contra González pidiéndole que le devuelva a su hija sana. “Puedes decir lo que quieras, pero mi hija te vio”, le reprochó la mujer al dirigente, que se encontraba dentro del automóvil en el que llegó.
Cuando el vehículo entraba al estacionamiento de la fiscalía, otros manifestantes recibieron a González al grito de “asesino y corrupto». «Acá estamos para que nos mires a la cara González, ya que te ponías a disposición de las familias”, le recriminaron.
En esta jornada, el ex legislador junto a su abogado defensor, ratificaron su negativa a la realización de la pericia psicológica solicitada en el marco de la investigación judicial. Miguel Ortiz Pellegrini reiteró lo que había adelantado, al afirmar que González “no prestará colaboración, porque es un derecho que lo asiste”, en referencia a dicha pericia.
Mientras tanto, la realización de las pericias mecánicas en el lugar del hecho se postergaron para el sábado próximo. La misma será llevada adelante por peritos de Accidentología Vial, con la presencia de los peritos designados por las partes.
Cabe recordar que el siniestro mortal ocurrió el 29 de octubre del año pasado, cuando González impactó de manera frontal con el BMW X1 que conducía, contra el vehículo Renault Sandero que manejaba la docente Alejandra Bengoa de 56 años, quien murió en el siniestro. Como acompañantes de la infortunada mujer, iban su hija Marina y la amiga de esta, Alexa, dos adolescentes que quedaron con graves secuelas.