Foto: Redacción Alta Gracia.

La Voz del Interior- Martín Castro era bailarín de Los Cantores del Alba y sufrió peritonitis. Desde Jesús María lo trasladaron a Alta Gracia, y por la espera de un hisopado, lo operaron un día después, afirmó su esposa. En Alta Gracia señalan que el hombre también presentaba otro cuadro respiratorio.

Martín Castro era un bailarín de Colonia Caroya que 11 días atrás comenzó con síntomas de apendicitis. Ante el dolor insoportable, fue al hospital de Jesús María, adonde confirmaron que el cuadro ya era de una peritonitis que ameritaba el traslado de urgencia. Por esa razón fue derivado al hospital Arturo Illia de Alta Gracia.

Pero al llegar a ese nosocomio, por protocolo de coronavirus, se le exigió un hisopado. Desde ese centro de salud afirman que el paciente presentaba además un cuadro de neumonía bilateral y que por esa razón se esperaba el resultado del estudio de coronavirus.

Este lunes, Martín Castro falleció. Su esposa Liliana Celiz culpa a los facultativos que demoraron la operación «por el protocolo de coronavirus».
Dijo a radio Mitre Córdoba que durante estos días Martín estuvo «en coma inducido» y que no mejoró del cuadro debido a la «demora» para operarlo.
“Lo tendrían que haber operado el mismo día que lo llevamos», dijo la mujer. Según los datos que brindó, recién fue intervenido quirúrgicamente un día después.

«No se recuperó nunca, estuvo siempre en coma inducido. Ayer lo único que le funcionaba era su corazón», recalcó su mujer al programa Aquí Petete.

«Por el hisopado que no llegaba no lo operaron y ahí se le reventó todo».

La respuesta del Hospital de Alta Gracia

Mariana Garay, directora del Hospital Arturo Illia de Alta Gracia, dijo semanas atrás que los estudios se realizaron para valorar el estado del paciente antes de ingresar al quirófano, porque presentaba un cuadro de neumonía bilateral. 

“Cuando un paciente tiene que ingresar al quirófano se le hacen estudios para conocer el riesgo del paciente, cuando se le hizo una placa dio que tenía neumonía bilateral”, expresó Garay. 
Consultada sobre si no hubiera sido posible operarlo de urgencia por la apendicitis, consideró que no. “Cuando uno valora clínicamente a un paciente tiene que ver muchas cuestiones para ver si entra a quirófano o no. Si no había buena saturación de oxígeno y lo meto a quirófano, lo pongo en riesgo de muerte”, apuntó. 
Según precisó: «Martín Castro tenía una deficiencia respiratoria que ponía más en riesgo al paciente por la cuestión respiratoria que por la abdominal».