Luego de meses de arduo trabajo en el taller de la Bútori, ya está casi lista la escultura de Mario Alberto Kempes, obra del artista local Julio Incardona. La figura del ex jugador tiene cuatro metros de alto, 2 metros de largo y pesa 500 kilos.
Allá por abril de este año, este medio dialogaba con Julio Incardona, quien recién estaba emprendiendo el viaje de crear «un monstruo»: una figura colosal de Mario Alberto Kempes de – nada más, ni nada menos – unos cuatro metros de altura. La idea era terminarla antes de que comience el Mundial de Qatar.
Este viernes 11 de noviembre las 20 horas será el día tan esperado durante meses: se inaugurará la obra y lo hará la mismísima musa: Mario Alberto Kempes. «Esta escultura la va a recibir el mismo Mario Kempes, que va a venir desde Estados Unidos. Va a estar en la ciudad donde nació, donde se crió. Fue un proceso largo de trabajo, quedó muy bonita. Estoy muy contento con el final de la obra, de haber culminado todo un año de trabajo con esta escultura. Quería invitarlos a todos para que me acompañen si quieren a Bell Ville», manifiesta Incardona en diálogo con Redacción Alta Gracia.
El proceso, que duró meses, constó de cuatro etapas: la primera parte del proyecto, que fue presentada el 9 de abril, consta de un busto del Matador que fue presentado ante Kempes. «Es una escultura que me desborda, ver la cara de alegría cuando la vio fue emocionante. Fue un desafío, tuve mucho, mucho miedo», admitía el artista. La entrega del busto se dio en el marco de un acto homenaje que la ciudad de Bell Ville le hizo al futbolista.
«En una segunda etapa y durante los meses de invierno se procedió a modelar en barro arcilla la escultura que mediría aproximadamente 4 metros de alto confeccionando el mall de matriz que serviría para la finalización del proyecto», explica Incardona. La tercera etapa, en tanto, es la ejecución de la obra propiamente dicha.
La escultura final será, como nos tiene acostumbrados Julio Incardona, itinerante: no quedará fija en un sólo lugar. «Tiene rueditas», bromeaba el artista.