En un día tan especial, como el Día del Animal, los miembros de ADMA están festejando los diez años desde la personalidad jurídica de la fundación. A esta fecha especial la celebraron trabajando: castrando animales en Villa Oviedo y brindando charlas sobre tenencia responsable en distintas instituciones de la ciudad.

Fundación ADMA forma parte de la sociedad altagraciense desde hace más de una década con un propósito sostenido durante los años: defender los derechos de los animales.

«Estamos felices de llegar a estos diez años de institucionalidad, sumados a los cuatro años previos de una asociación sin formalidad adecuada. Estamos más que felices en este día, más por ser el Día del Animal. Es un día muy importante para quienes trabajamos en esto, en defender los derechos de los animales y procurar su bienestar y el bienestar de la sociedad en la que están involucrados», sostuvo Carolina Romagnoli, presidenta de la Fundación a Redacción Alta Gracia.

Durante la jornada de hoy, el quirófano móvil se apostó en Villa Oviedo, donde – con turno previo- se castraron animales, se habló sobre la tenencia responsable y la importancia de vacunar a las mascotas. «En el 2012 adquirimos la personalidad jurídica, uno tiene más respaldo legal, más respaldo técnico en general para poder avanzar sobre trabajar en conjunto con el Estado y otras instituciones para lograr una política pública para toda la sociedad», explica Romagnoli.

Se vienen «Los 22 del ’22»

Desde sus orígenes, hace catorce años atrás, ADMA ha visto pasar diversos gobiernos, diversos desafíos, diversos objetivos a cumplir.

«Cada uno de los gobiernos que han ido pasando en el municipio, han ido comprendiendo el trabajo que se hace de forma conjunta y lo han ido potenciando en los últimos años, como con las campañas de adopciones», afirma la presidenta de ADMA, y adelanta lo que se vendrá en el próximo mes.

La campaña los “22 del centro” que tenía como objetivo la adopción de los perros que se encontraban en, valga la redundancia, el casco céntrico de la ciudad. Era un trabajo en conjunto entre ADMA y el municipio, donde a los adoptantes de las mascotas se les brindaban beneficios, como atención veterinaria gratuita y eximición del 50% de la tasa por servicios a la propiedad.

«En el próximo mes de mayo vamos a estar publicando «Los 22 del ’22». Ya no estamos en pandemia y podemos censar los animales que están en las zonas mas céntricas y concurridas para poder darlos en adopción con los beneficios que establece la ordenanza», aseguró Romagnoli.

Con vistas en el futuro

En todos estos años, ADMA ha crecido por donde se la mire: incluso hoy, cuentan con una sede «La Casita de ADMA», y hasta con quirófano móvil. «Hemos crecido mucho como grupo, algunos que pasaron, otros que vendrán. Mucha gente joven se ha acercado: eso es indispensable para que las instituciones nos trasciendan como personas y el día de mañana puedan continuar ellos con el trabajos que una vez se comenzó», opina la presidenta de ADMA.

«Muchos creían que podía ser una utopía. Hoy trabajar con el Estado a la par es una realidad, es una utopía para muchos proteccionistas en el país», opina Romagnoli.

En las últimas semanas, localidades como Saldán y Río Tercero se interiorizaron sobre el trabajo que venía realizando ADMA en conjunto con el Gobierno de Alta Gracia en materia de desarrollo de políticas públicas de salud animal.

«ADMA somos todos porque cada uno pone su granito de arena en Alta Gracia para que esto sea posible. Con esto que se ha logrado en la ciudad, hemos podido mostrar a los demás intendentes y proteccionistas de otras localidades que se puede lograr, que se puede articular en una política pública para mejorar la calidad de vida de animales y de humanos. Es uno de las grandes desafíos que tenemos en los próximos tiempos, para que esto se replique en las localidades de la provincia y del país», aspira la proteccionista.

Un equipo que trabaja con convencimiento

Consultada por este medio sobre cómo se articula un trabajo de voluntariado con las demás actividades fuera de la casita de ADMA, Romagnoli responde: «Lo importante es que cuando uno elige un trabajo ad honorem tiene que ser lo suficientemente satisfactorio para no tomarlo como una carga, que sea un placer poder realizarlo y que sea parte de nuestra vida cotidiana, eso es fundamental, trabajar con convencimiento y pasión».

Sobre el voluntariado dentro y fuera de la casita, la presidenta de la Fundación asegura: «Mentiría si digo que trabajo sola, es un equipo. Es imposible que una sola persona logre lo que es ADMA hoy. Creo que cada uno con su responsabilidad y desde el lugar que integran en este equipo de voluntarios es fundamental para poder llevar adelante todas las tareas que hacemos. No es fácil, pero si uno lo hace tratando de delegar, que cada uno aporte su granito de arena y que cada uno pueda tomar una posta, es la única forma que nos trascienda. Que ADMA no sea Carolina Romagnoli o Pedro Martin, que sea un equipo de trabajadores que lleva adelante. Hoy nos toca estar acá , mañana nos tocará aportar desde afuera y apuntalar a los nuevos miembros que se suman para que puedan seguir creciendo y mejorando, en lo que más queremos: que es preservar esto a través del tiempo», finaliza la proteccionista.