De esta manera, Fernando López Villagra puso palabras crudas a la acusación contra los 13 policías que por primera vez se sentaron en el banquillo de los acusados.
Seis tiros, un joven muerto y otros cuatro que estuvieron a punto de ser asesinados. «Fue una masacre». De esta manera, a las 12.30 de este miércoles el fiscal de Cámara, Fernando López Villagra, puso palabras crudas a la acusación contra los 13 policías que por primera vez se sentaron en el banquillo de los acusados. «Y después, plantaron un arma trucha. Esto resulta vergonzoso e indignante», agregó.
«Toda la prueba respalda que Valentino Blas Correas fue asesinado de manera absurda por dos agentes policiales. Y que, por suerte, y me cuesta decir por suerte frente a la madre de la víctima, sus cuatro amigos se salvaron. Es un caso gravísimo de violencia institucional, fue una ejecución extrajudicial», subrayó López Villagra en una muy dura presentación del caso ante los jurados populares.
Los familiares de Blas y la sociedad en su conjunto pudieron conocer este miércoles, 25 meses después del crimen, los rostros de los 13 acusados. A más de dos años, en una sala de audiencias de Tribunales 2 de Córdoba, por primera vez todos los protagonistas de este brutal caso de gatillo fácil pudieron encontrarse cara a cara.
Tras una serie de planteos formales por parte de algunos defensores, que fueron rechazados por el Tribunal de la Cámara 8 del Crimen, comenzó el debate por uno de los casos policiales de mayor impacto en los últimos tiempos en la provincia. Un crimen cometido con armas del propio Estado que generó un punto de inflexión en la sociedad en su conjunto.
«Hay prueba contundente que demuestra que no había ninguna razón para que estos dos policías dispararan contra el Fiat Argo», insistió López Villagra en lo que constituyó la primera voz oficial de la acusación en este juicio que mantiene en alerta a todo el aparato de Seguridad de la provincia de Córdoba.
Fuente: Cadena 3