Por Federico Noguera- Un coleccionista lo adquirió en una subasta en Córdoba. Se trata de un billete de la serie “U”, que se ve muy poco en la calle. El precio base en la compulsa era de $ 650, pero las ofertas fueron aumentando, incluso desde el exterior del país.
En medio del lanzamiento del nuevo billete de 100 pesos con la imagen de la taruca, se subastó y vendió en Córdoba a 2.500 pesos un billete de 100 de Eva Perón. Lo curioso del caso es el elevado valor que se pagó por un billete “circulado” de 2017.
“Me sorprendió sobremanera el precio negociado por lo que debería ser algo frecuente y sin mayor valor que el nominal. Debería haber unos dos billetes por cada habitante del país, y me interesé por el tema”, comentó Benjamín Palacio, vendedor de antigüedades, cuando se enteró de lo que se había pagado.
El experto consultó a otros coleccionistas sobre el alto precio de un billete que, en principio, no parecía tener ninguna rareza. Pero le comentaron que su escasez es muy importante en el país, lo que elevó el valor.
El billete tiene la particularidad de pertenecer a la serie “U”, que prácticamente desapareció de la calle.
“Es un ejemplar raro que no se ha visto. Es sumamente extraño el motivo por el cual falta de circulación en forma masiva”, dijo el flamante dueño del billete, Roger Cecconello, excomodoro de la Fuerza Aérea.
El coleccionista de monedas y billetes pagó 2.500 pesos tras el precio base de 650 pesos. Cecconello, socio fundador del Centro de Numismática de Córdoba, comentó que hubo varias ofertas que fueron elevando el valor en la compulsa, algunas incluso del exterior.
Sin embargo, Cecconello fue el que pagó el valor más alto y se lo llevó. Comenta que hace tiempo venía tras la serie “U”, y que era el único que le faltaba con la imagen de Eva.
Lanzamiento. La expresidenta Cristina Kirchner presentó el billete de Eva Perón en julio de 2012. (La Voz / Archivo)
En su fisonomía, no presenta defectos o alguna característica inusual. Lo habitual, explicó Palacio, es que se pague más por un billete sin circular que por uno que, en teoría, está en la calle.
En el caso del billete de Eva, se emitieron desde la serie “A” hasta la “Z”. Una vez que terminó el alfabeto, el Banco Central (BCRA) siguió con otras series, como por ejemplo, la “AA”, “BA” y “CA” hasta la “IA”. Ante un posible faltante de la serie “U”, La Voz consultó al BCRA, desde donde indicaron que actualmente está en circulación.
“La serie ‘U’ de esos billetes se emitió en 2017. Efectivamente, 100 millones de unidades. La mayoría de ellos ya salió a circulación”, explicaron.
El curioso caso se conoció unos días antes del lanzamiento del nuevo billete de 100, dedicado a la taruca. En los últimos tres años, el BCRA eliminó las figuras de próceres en la nueva familia de billetes y las sustituyó por las efigies de animales, como el guanaco ($ 20), el cóndor andino ($ 50), la ballena franca austral ($ 200), el yaguareté ($ 500) y el hornero ($ 1.000).
El BCRA explica en su web que lanzó la nueva familia con imágenes de la fauna autóctona para “celebrar la vida”, “enfatizar el futuro más que el pasado” y “pasar de la solemnidad a la alegría”. También para reivindicar el federalismo y sumar a los animales, más allá de las personas.
Defectos, rarezas y capicúas
Por lo general, el valor de un billete puede aumentar si tiene defectos de impresión, si el número es capicúa o si presenta otras singularidades.
“Los billetes también van firmados por algunas autoridades, y tienen una gráfica particular. Esto hace que, en una misma serie, pueda haber una parte con unas firmas y otra, con otras. Y menos frecuente es que parte de la serie tenga alguna modificación gráfica menor, lo que constituye nuevas variantes coleccionables. Los presidentes del Banco Central a veces duran poco tiempo y hacen que algunos billetes sean escasos por sus firmas”, explicó Palacio.
Los billetes que llevan la R delante del número corresponden a ejemplares de reposición, con la firma de las autoridades del momento de emisión. “Esos son particularmente escasos, y siempre son relativamente caros. Se utilizan para reemplazar billetes dañados, compensar faltantes en la serie”, agregó.
BILLETE DE COLECCIÓN. El ejemplar por el que un experto pagó 2.500 pesos (Gentileza Roger Cecconello).
“Algunas particularidades numéricas (capicúas, baja numeración, entre otras) tienen precios también mayores. Son muy atractivos los billetes con el número 777777777 A, o 69696969 P, o un 000000007 J, como el que me dieron de cambio. Igualmente, los defectos de impresión son importantes, y llevan a altos valores los billetes en el coleccionismo”, describió el especialista.
El “Evita” de $ 100 más difícil de conseguir
Este es el billete por el que el coleccionista cordobés pagó $ 2.500 para llevárselo a su casa. No tiene signos particulares ni defectos de impresión.
Fuente y fotos: La Voz del Interior