El periodista Pedro Brieger, especialista en internacionales, fue denunciado por 19 mujeres – profesionales de la comunicación, estudiantes- por hechos de acoso y abuso sexual. Alta Gracia no está exenta a hechos similares que se conocen, puertas adentro de los medios. El espacio de capacitación y contención del Consejo de Género quedó en la nada.

Los espacios gubernamentales de Mujeres, géneros y diversidades fue un gran triunfo de las organizaciones sociales que, años tras años, lucharon por la inclusión y el tratamiento en medios sobre diversidades, respetando derechos e informando con perspectiva de género.

La provincia de Córdoba avanzó en la incorporación de un Ministerio de Mujeres y en esa “ola” Alta Gracia, en 2021 – tras la pandemia- también se subió y formó un Consejo de Género con la participación de periodistas, dueños de medio, instituciones y el Ejecutivo Municipal. De hecho se creó la Dirección de Políticas de Género.

Muchos medios locales no participaron. Otros avanzaron con charlas de capacitación y reuniones. Sin embargo, con el pasar de los meses, se empezaron a conocer hechos de abusos de poder, misóginos y acosos por parte de ex y actuales dueños de medios y “colegas” varones para con las mujeres trabajadoras.

Un grupo de mujeres tenía previsto denunciar a un locutor por acoso. Pero el miedo, la incertidumbre y la falta de contención – a pesar de la flamante dirección de género- las obliga- hasta hoy – a callar. Tuvieron que renunciar a sus trabajos.

Más adelante, en plena campaña electoral, un medio de comunicación local se “metió” con la vida privada de una exconcejala invalidando- por ello- su trabajo como legisladora. Ese hecho fue “repudiado” por ese Consejo de Género, sin embargo, hubo otros hechos con tintes violentos que no tuvieron el mismo tratamiento. Como así también el sistemático ataque a una edil por ser “hija de.. “ y no por sus capacidades para el cargo que ocupaba.

Y todo se fue desvaneciendo, tanto que ya no tuvo el apoyo político la Dirección de Políticas de Género la que quedó perdida en la Secretaría de Salud.

A través de algunos micrófonos de Alta Gracia se sigue informando sin perspectiva de género y con un fuerte discurso misógino. Y no pasa nada.

Así como se recalca que la inseguridad no es sólo un problema local, sino nacional e internacional, el abuso de poder y el acoso en los medios de comunicación también existe y el caso Brieger pone en discusión – otra vez- la vulnerabilidad de las profesionales de la comunicación en una ciudad chica en donde – a veces- el infierno es grande.

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