La perrita vagaba desde hacía meses por la Bútori con media docena de tumores colgando de su cuerpo. Un grupo de vecinos se involucraron y le salvaron la vida: la llevaron a un veterinario que la operó, y ahora comenzó una feliz nueva vida.
Si hacemos una comparativa de las fotos que se divulgaban por las redes sociales de una perra que vagaba con un enorme tumor colgando de su cuerpo y husmeando entre la basura; y vemos otra imagen de una perrita feliz paseando por el García Lorca, lo primero que se viene a la mente es: «no es el mismo animal».
Pero resulta que sí. Se trata de «Milagros», a quienes los vecinos decidieron rebautizar con ese nombre. Milagros fue rescatada de un insondable destino, para volver a tener una segunda oportunidad.
Sus vecinos la buscaron, la subieron a un auto y la llevaron al veterinario. Gracias a la solidaridad de la gente, se la pudo operar y costear la totalidad de su tratamiento.
La perrita tenía dueños que la dejaron vagar durante meses con más de cinco tumores en su cuerpo.
«Está re cómoda, me sigue a todos lados, no se mueve del lado mío. Me parece que se ha encariñado conmigo», cuenta el artista Julio Incardona a Redacción Alta Gracia, quien ahora es el «guarda» de Milagros. El vecino admite que no sabe qué hará el animal al soltarle la correa cuando tenga el alta definitiva, si volverá con sus antiguos dueños o no «Lo importante es que si se va, se va a ir sana… y si se quiere quedar, va a ser bienvenida, es divina», expresa.
Milagros, mientras tanto, custodia la muestra «Héroes» de Incardona, demostrando, una vez más, que se trata de una heroína de cuatro patas.
