Militantes del Frente de Todxs Santa María, en conjunto con agrupaciones y vecinos autoconvocados se reunirán este viernes a las 16 en el Reloj Público, donde marcharán hasta Plaza Mitre.
Este viernes a la medianoche el presidente Alberto Fernández declaró feriado nacional «para que el pueblo pueda expresarse en solidaridad» de la vicepresidenta, ante el intento de magnicidio sufrido por Cristina Fernández.
Siguiendo esa línea, militantes del Frente de Todxs Santa María, en conjunto con agrupaciones y vecinos autoconvocados se reunirán este viernes a las 16 en el Reloj Público, donde marcharán hasta Plaza Mitre.
«Es totalmente repudiable la violencia política en contra de la vicepresidenta de la Nación elegida por el voto popular. Es un atentado contra la democracia, contra el estado de derecho y contra la institucionalidad», manifestó en diálogo con Redacción Alta Gracia Mané Chiotti, referente del Frente de Todxs y titular de la Unidad de Atención Integral (UDAI) de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) de Alta Gracia.
La referente, además, hizo referencia a que la situación se asemejaba a la última dictadura cívico-eclesiástico-militar: «Nos retrotrae a las peores épocas de la historia argentina, donde pensar distinto, tener ideología y lógicas políticas distintas significaba la muerte y desaparición de las personas. Nunca más podemos permitirnos eso, pensemos lo que pensemos, seamos del partido político que seamos».
«Se cruzó una línea que bajo ningún aspecto puede permitirse, para ningún mandatario», afirmó Chiotti.
El atentado contra la vicepresidenta evidencia, una vez más, las consecuencias de los discursos de odio a través de las redes sociales y medios de comunicación. «Se quiere naturalizar el odio y la violencia como parte de una discusión democrática sana. Podemos pensar distinto, por supuesto, estamos en democracia, pero siempre en el marco del respeto… y del respeto a la vida. Hemos visto como han agraviado a la vicepresidenta en los medios y las redes desde hace años, eso se ha acumulado y lleva a estas acciones. Los medios tienen que replantearse qué país están construyendo fogoneando el odio y la violencia, muchas veces sin ningún tipo de sentido común y fundamento objetivo y eso se instala. Como sociedad no podemos permitir que eso se naturalice», finalizó.