¿Sientes que tu heladera siempre huele mal? En parte es algo muy habitual ya que es en este electrodoméstico donde acumulamos nuestra comida fresca y que, con el paso de los días, puede ponerse en mal estado produciendo, así, un fuerte y molesto hedor. En este artículo vamos a descubrirte 4 trucos infalibles para eliminar los malos olores de la nevera y que consigas restaurar la higiene de tu cocina y de tu hogar en general. ¡Despídete del mal olor para siempre!

1. Jugo de limón para limpiar la heladera
El limón es una fruta con propiedades desinfectantes que ayudará a mantener la higiene de este electrodoméstico al máximo nivel. Además, su aroma a cítrico neutralizará los malos olores y hará que cualquier alimento que pueda desprender olor (como es el caso de la cebolla, por ejemplo) sea disimulado.

Para ello, tan solo tendrás que poner un recipiente con zumo de limón exprimido y colocarlo en algún rincón de tu frigorífico.

2. Bicarbonato de sodio para los malos olores de la heladera
Otro de los mejores trucos para poder reducir el mal olor es usar las propiedades del bicarbonato, un producto ideal para reducir la humedad de este electrodoméstico y que, en parte, también puede causar dicha situación; además, el bicarbonato es también perfecto para reducir los malos olores de la nevera de una forma natural y muy efectiva. Para conseguirlo, bastará con que pongas un poquito de bicarbonato en un recipiente y lo introduzcas en el interior de la nevera.

3. Café molido 
Otro de los trucos para eliminar el mal olor consiste en aprovechar las propiedades aromáticas del café y conseguir, así, una nevera libre de olores y de molestias. Recordemos que este ingrediente tiene un aroma muy intenso y, por tanto, si lo metemos dentro del electrodoméstico conseguiremos que neutralice los otros olores desagradables que puedan haber.

4. Mantén la heladera limpia
Si quieres que tu heladera huela bien es importante que mantengas unos mínimos requisitos de higiene y limpieza; por eso, es esencial que, al menos 1 vez al mes, revises los alimentos que tienes almacenados, como latas, conservas, etc., y hagas una limpieza general. Además de esto, también es importante que limpies los estantes y los cajones donde normalmente se guardan las frutas y verduras pues, aquí, puede haber crecido algo de moho que sea el causante de esta situación.

Fuente e imagen: muysencillo.com