Fue la declaración de la abuela de la nena fallecida en el parque acuático de Malagueño en una carta abierta. Agradeció a la comunidad educativa del colegio donde asistía la menor y a la contención recibida.
Un parque acuático de Malagueño fue escenario de un trágico suceso hace aproximadamente dos semanas cuando una alumna de 12 años falleció en plena excursión de egresados. Francesca Massa, oriunda de Mendoza, perdió la vida el último día de su viaje.
La menor había llegado junto a sus compañeros al parque Cocoguana, la última parada de un viaje que culminaría con el retorno a su provincia. Desde el momento del fallecimiento, se manejaron varias hipótesis sobre las causas: entre ellas, que podría haberse golpeado la cabeza al deslizarse en un tobogán, que había sufrido ahogamiento o que existía una patología previa no detectada.
La abuela paterna de Francesca, en una carta pública, confirmó la causa de muerte como «muerte súbita»: “Francesca murió de muerte súbita y nadie nadie tuvo la culpa”, afirmó en el mensaje, brindando también palabras de agradecimiento a la comunidad educativa del colegio Sagrado Corazón, en Mendoza, por el apoyo brindado a los padres y hermanos de la menor. «Son todos, desde el primero al último, maravillosos», expresó sobre el respaldo recibido desde la institución.
Francesca y sus compañeros habían tenido un viaje de egresados soñado, con paseos a Alta Gracia, la ciudad de Córdoba y un fogón de despedida la noche previa al parque acuático, el día que la nena dejó de existir.
Una fuente judicial cordobesa informó que fue una compañera de Francesca, quien la encontró en el agua y la sacó de la pileta.
A sus compañeros desde un primer momento les retuvieron los celulares, puesto que no sabían del desenlace fatal de su amiguita. Fueron recibidos en Mendoza por sus padres, un comité psicológico y las religiosas de la institución a la que asisten para comunicarles lo sucedido, no obstante, algunos intuían lo sucedido.