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*Por Alicia Lucero. Desde hace varias décadas, se han cambiado las formas de enseñar y las exigencias para cumplir, en el ambiente escolar o familiar. Y también, se han relegado algunas cuestiones a lo largo del tiempo, considerándolas no necesarias. Pero, hay una evidente necesidad de recuperarlas, dado que, cuando desde el ambiente educativo, se sienten quejas, éstas dejan traslucir la ausencia de ésas cosas relegadas. Nadie dice cuál es el problema, pero muchos, exigen soluciones.

Algunos de los problemas planteados son:

El alumno “no termina sus tareas”. O, bien, le tengo que conseguir las tareas.

Pierde los elementos de trabajo; o, se olvida de llevar lo que se le pide para trabajar en clase.

No presta atención; o, se duerme en las horas de clase.

No obedece; o, no responde adecuadamente a las autoridades…

Al oír el relato de estas dificultades, veo que a pesar de los numerosos cambios sociales y educativos, hay cosas para recuperar necesariamente, por el bien de los alumnos y, para lograr aprendizajes positivos y rápidos, en todas las instituciones educativas. Todo lo que no se dice con palabras, pero que perjudican el desarrollo de un niño, generalmente, tiene su origen en los aprendizajes no sistemáticos. Ejemplo: Tenés que portarte bien; escuchar usar un lenguaje respetuoso…otros.

Posibles soluciones

Volvamos a “no termina la tarea”, y nos preguntemos si en casa tiene tareas; o si los responsables le dan todo hecho para que no se canse o no pierda tiempo.
Sigamos con “pierde lápices, regla o cualquier otro elemento”; y recordemos la forma que hemos enseñado a valorar en casa, las cosas que se le han dado, a través del cuidado, guardado etc. Esto lleva a lograr, la noción de pertenencia: Esto es mío y lo cuido, sin que ningún mayor me lo indique. Yo lo sé…

“No presta atención o se duerme…”Aquí debiéramos pensar, si estamos cumpliendo con las horas sugeridas para el sueño, y la alimentación en los horarios propuestos, generalmente. (Hay niños que duermen hasta el mediodía y con el desayuno, cursan, a la tarde.)
“No obedecen o no se ubican en clase”, es otra de las tantas situaciones, no explicadas. Desde mi observación, estimo que la actitud se obtiene desde el primer modelo recibido en la familia. Desde el vínculo recibido de mamá, papá o el responsable que ejerce la autoridad.

Sin dudarlo el tema no es fácil de dilucidar y, como suelo decir con asombro: la sociedad tiene otra forma; se ha logrado deshacer la ESTRUCTURADA sociedad pasada.

Ahora, me pregunto: ¿Qué hacemos con los pedacitos?
Estos aprendizajes que se plantean desde la familia, y que se refuerzan en la escuela. Son los que contribuyen a formar hábitos de responsabilidad y valores que nos favorecen los movimientos sociales. En consecuencia, habrá que volver a fortalecer la autoridad, de los mayores y por supuesto de sus docentes.

  • Licenciada en Psicopegogía 

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