Redacción Alta Gracia- Cuando lloviznaba durante el desfile de Colectividades-19.30 horas, muchos altagraciences pedían al cielo que no lloviera más, ya que se esperaba la actuación del artista internacional Abel Pintos.
Y los rezos dieron frutos: el cielo se despejó casi mágicamente antes de que subiera a escena. Se mantuvo inestable durante toda la jornada, pero en ese momento, asomaron las estrellas. No es la primera vez que pasa: el 4 de febrero de 2015 llovió hasta las 21 de ese martes y luego se despejó.
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Arriba de 15 mil personas lo acompañaron, con una platea popular compuesta en su mayoría por mujeres de distintas edades-incluso niñas-, con personas sentadas en mantas, grandes mochilas y cenando entre la gente, que esperaban desde varias horas atrás.

De remera roja, chaleco rayado, pantalón negro engomado, cadena al costado y zapatillas de colores subió al escenario e hizo vibrar a sus fans. Arrancó «tranqui» con «El Adivino». Luego tomó su guitarra y cantó «Aquí te espero» con un coro eterno. Fue subiendo el ritmo y comenzó a bailar histriónicamente -fiel a su estilo- con «Pájaro cantor». Volvió a bajar decibeles con «Te amo», otra vez, haciendo delirar a sus fanáticas con sus hermosas letras. Subió al Milo Morcillo pasadas las 12 y su show duró aproximadamente una hora.

«Cada año venimos y nos sorprendemos de la cantidad de gente que viene y la forma que tienen de compartir nuestras canciones» expresó sobre el escenario. Luego siguió con «Oncemil», «Como te extraño» y sus clásicos.

CONFERENCIA
Frente a los medios, evitó un poco el tema de su vida privada, sólo afirmó que este 14 de febrero va a ser distinto porque «está enamorado».
Con respecto a su relación con el Encuentro Anual de Colectividades, relató: «La primera vez que vine, estaba hospedado frente del predio (El Tajamar), en un hotel pequeñito, año 1999, tenía 16 años. Y cuando cruzaba hacia el encuentro, iba viendo la estructura, las carpas y hasta el día de hoy, cada vez que vengo, me encuentro con algo más grande. Me hace muy feliz venir a Alta Gracia porque canté en todas las etapas de mi carrera y en todas las etapas de la fiesta. Hay una conexión especial con el festival y con el público local y de otros lugares que me siguen. Me convertí en un «clásico» y me honran las palabras del intendente (Marcos Torres) cuando dice que no se imagina una edición sin mi. Esto trasciende la parte artística».

Habló de su relación con Jorge Rojas: «cuando canto con otro artista debe ser alguien a quien admiro, tenemos una amistad y respeto artístico. Nunca pienso en lo que pueda surgir de esa colaboración. Con Jorge fue muy emocionante cantar el otro día. Siempre fue muy generoso conmigo, cuando empezó a cantar como solista me invitó al Teatro Ópera y yo todavía nunca había llenado una sala en Buenos Aires. Empezó a cantar canciones mías, esa generosidad no la voy a a olvidar nunca. La actuación del otro día fue doblemente satisfactoria a nivel profesional y personal.
Fotos: Redacción Alta Gracia y Prensa Colectividades.