Por Licencia Alicia Lucero. Se comenten errores en nombre del amor de los padres a los hijos, por desconocimiento, de las consecuencias que esto trae, para el sobreprotegido.
Algunos sociólogos pudieron advertir que los padres de este tiempo social, no solamente sobreprotegen al niño, sino también al adolescente y más. De tal modo que así, se han logrado estos efectos de sobreprotección, para un gran segmento de la sociedad actual.
Los padres le facilitan a los hijos, todas las cosas, para evitarle el esfuerzo y el sufrimiento, sin saber que esto es contradictorio absolutamente; dado que así, no le reconocemos sus capacidades, ni los preparamos para moverse en otros ámbitos con autonomía y responsabilidad, cuando a nosotros ya no nos corresponda hacérselo .
En un ambiente escolar, se puede ver y distinguir con claridad y eficiencia, al niño sobreprotegido o al adolescente con el mismo tinte.
Este niño o joven, se verá dependiente, muy sensible o indiferente; no recibirá la consigna a primera instancia; sus períodos de trabajo serán cortos, con alto nivel de frustración; requerirá atención personalizada para lograr sus deberes o tareas de la escolaridad que cursa o no completará sus trabajos; entre otros datos.
Sin dudas, que este número de síntomas no se reúnen en todos los casos.
Todo ocurre porque no se ha enseñado, en las diferentes edades, los aprendizajes necesarios y básicos desde la casa.
Un ejemplito que debería aprender: vestirse solo, peinarse, preparar su mochila … ¡Cuidado! No estoy culpando a los papás. Sólo estoy marcando consecuencias- Porque las causas, son innumerables.
Para concluir: Todo esto necesita un replanteo y consideración especial, qué parte desde la familia. Pero que necesita realizar diariamente, con perseverancia hasta que se le haga costumbre. Así rellenará las carencias que lo convirtieron en el sobreprotegido.
Cambiar los hábitos, devolver SU responsabilidad en cada caso, confiando en que poco a poco, será capaz de lograr eficiencia escolar. Y de este modo, será AUTÓNOMO, RESPONSABLE Y LIBRE, con lo cual no dejará de amarte, sino que te querrá mucho más.
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