Un estudio avanza sobre el rol de esta especie autóctona para revitalizar el monte nativo serrano tras los impactos de los incendios, la ganadería, la agricultura y la invasión de exóticas.
Una nueva investigación sobre el bosque serrano de Córdoba permite conocer de qué manera distintos factores (naturales y humanos) inciden sobre la chance de regeneración de árboles y el control de las especies invasoras.
De ese modo se puede ayudar a la recuperación del bosque nativo, cuya superficie de cobertura se vio muy afectada en las últimas décadas en Córdoba.
La especie elegida es el molle, con la plantación y siembra en sitios invadidos por especies exóticas. Se trata de un árbol nativo dominante del cual depende una buena parte del ecosistema.
El trabajo, que se viene realizando desde hace dos años en la reserva Natural Vaquerías (que depende de la Universidad Nacional de Córdoba), está a cargo de la doctora en Ciencias Biológicas Romina Torres y del biólogo Benjamín Marsal Castillo, ambos investigadores del Conicet.
“Fuimos entendiendo cómo la vegetación leñosa se recupera después del fuego de incendios, principalmente por rebrotes, y el establecimiento de semillas es muy pequeño porque en los ecosistemas donde hay una estación seca muy marcada ese proceso es muy difícil”, explicó Torres.
La investigadora fundamentó que hay un conjunto de factores que intervienen en la necesidad de regeneración como los incendios, la agricultura, la ganadería, y las invasiones de las especies exóticas, tanto de plantas como de animales.
“Cuando los incendios son recurrentes, la planta va perdiendo la capacidad de rebrote. Eso pasa en nuestros montes, hay sitios que se queman tres veces al año, y el árbol no tiene tiempo de rebrotar y producir frutos. Es clave disminuir esa recurrencia”, planteó Torres.
Por eso, este experimento monitoreado por los investigadores se realiza en parcelas de bosque serrano para entender cómo funciona naturalmente el sistema.
“No quiere decir que la siembra de semillas sea la mejor técnica, pero nos sirve para encontrar los patrones entre tratamientos dónde combinamos situaciones naturales con intervenciones humanas”, destacó.
La siembra de semillas sería un soporte adicional y complementario, pero sólo según casos y sitios.
Fuente: La Voz