Mi Valle– La mujer, pidió ayuda a otra vecina. «Me agarró un ataque de pánico», dijo. Desde las organizaciones y áreas encargadas de la Salud y el Medioambiente, hacen varias recomendaciones al respecto, entre ellas, no matarlas y pedir colaboración a gente especializada.
Una vecina de barrio La Perla vivió momentos de zozobra cuando descubrió una víbora en su bajo mesada y otra más en el hall de su casa en cuestión de minutos este fin de semana.
«Me agarró un ataque de pánico, no sabía que hacer así que llamé a mi vecina para que me ayude», contó a Mi Valle, quien con la colaboración de la otra mujer mataron ambos ofidios.
Tras consultarle porqué no se comunicó con alguien especializado como Defensa Civil, la Patrulla Ambiental, entre otros, la vecina aclaró: «Estaba muy nerviosa, me bloqueé, no sabía se trataba de una animal venenoso, quizás debería haberlo hecho pero sinceramente estaba muy nerviosa, nunca me había pasado algo así».
Luego se comprobó que se trataba de «culebras saperas» conocidas como «falsas yarará», es decir, serpientes que se alimentan principalmente de sapos y que no contienen veneno.
Uno de los delegados de la Patrulla Ambiental del Departamento Santa María, el cabo Fabián Oliva, habló de la importancia de preservar al ofidio, con las medidas de precaución lógicas, y comunicarse para que sea la gente preparada para ésto, quien retire a la víbora del lugar.
Se pueden encontrar, durante todo el año, pero se las observa más fácilmente en la época estival y a la hora de más calor, por lo que hay que tener ciertas precauciones al respecto. «Se recomienda que los desperdicios del hogar que tengan comida los depositen en canastos retirados de la vivienda ya que eso atrae otros roedores y a su vez a las serpientes», manifestó, y agregó: «cuando observe el ofidio sáquele una foto y envíelo al teléfono 0354715454689. Mientras llama y llegan los especializados en el tema, manténgase retirado y no la pierda de vista. Aleje a los niños y animales».
Algunas recomendaciones:
– NO introducir las manos en huecos de árboles, nidos o cuevas, ni debajo de troncos caídos, pilas de leñas o piedras.
· USAR calzado cerrado, preferentemente de caña alta, de cuero o goma gruesa, cuando concurra a la zona rural.
· LIMPIAR una superficie amplia alrededor de la vivienda o el campamento. “Las víboras evitan lugares sin maleza o yuyos”.
· NO dejar restos de comidas o hacer fuego cerca de la casa o carpa porque los alimentos o cenizas calientes atraen a roedores y por ende a las víboras.
· ANTE un cambio repentino de clima o la proximidad de tormenta eléctrica, cerrar aberturas domiciliarias a fin de evitar el ingreso de víboras en busca de refugio.
· Si se encuentra una víbora viva, NO intentar matarla o transportarla. Tenerla bajo vigilancia y llamar a personal especializado.
· Si encuentra una víbora muerta, NO TOCAR con la mano la boca de la misma, porque el veneno puede seguir activo.
«Recuerden que con este calor intenso, andan por todas partes. Ellas no los invaden, solo buscan comida. Somos nosotros los que invadimos su hábitat con la creciente urbanización quitándole su espacio», finalizó.