Por Lic. Alicia Lucero– Quizás alguno de los lectores, pudieron ver la nota anterior. La que decía que estamos terminando el año y también, todo lo que nos pasa, como alumnos y como maestros…Pero esta vez, quería referirme a la educación de Japón, uno de los países más educados del mundo, según se lee, en la información.

A propósito miren esta imagen y lean el texto, que es el que me impactó:

niño columna psico - Columna Psicopedagogía: sería bueno hacer una especie de balance, en la educación

Dicen que hay 10 datos curiosos de la educación que hicieron de Japón uno de los países más educados, y estos son:

1-Primero modales, luego conocimiento.-
Los estudiantes japoneses no tienen exámenes hasta el cuarto grado de primaria (cuando cumplen 10 años), sólo tienen unos test pequeños de vez en cuando. Se cree que en los primeros tres años de escuela, los conocimientos académicos no son lo más importante. Lo que sí importa es la crianza, a los niños se les inculca respetar a los demás y a los animales, ser generosos y compasivos, buscar la verdad, saber auto-controlarse y cuidar la naturaleza.

En nuestro país, todos sabemos que nos iniciamos con jardines de infantes; y luego, continuamos con los grados impartiendo aprendizajes académicos progresivos.

2-El inicio del año escolar es el 1 de abril-
El inicio del año coincide con uno de los eventos más espectaculares: la floración de sakura. Así sintonizan en el modo serio. El año escolar consiste de tres trimestres: del 1 de abril al 20 de julio, del 1 de septiembre al 26 de diciembre, del 7 de enero al 25 de marzo. De esta forma los japoneses descansan 6 semanas en verano y 2 semanas en invierno y primavera.
En nuestro país se inician las clases en Marzo y terminan en diciembre; en el mes de julio, se toman dos semanas de vacaciones.

3-En las escuelas japonesas no hay personal de limpieza, los mismos niños limpian todo.-
Los estudiantes limpian los salones, pasillos e incluso baños, en turnos. Así, desde la pequeña edad, aprenden a trabajar en equipo y ayudarse mutuamente. Además, después de que los niños gastan tanto tiempo y esfuerzo en la limpieza, es muy poco probable que quieran ensuciar. Esto les enseña a respetar el trabajo, tanto el suyo como de los demás, así como también a ser respetuosos con el medio ambiente.
En nuestro país hay personal de limpieza.

4-Los almuerzos son estandarizados y se comen juntos, en el salón con los demás compañeros de clase.
En la escuela primaria y secundaria a los estudiantes se les preparan almuerzos especiales desarrollados, no sólo por cocineros escolares, sino también por personal médico, para que la comida sea saludable y útil al máximo. Todos los alumnos comen junto con su maestro en el salón. En ese ambiente informal se comunican más y crean relaciones amistosas.
Por aquí, se comen solos, sus maestros, no están necesariamente.

5-La educación adicional es muy popular.-
Ya en la escuela primaria los niños empiezan a tomar clases privadas para poder ingresar a una buena escuela secundaria y luego, preparatoria. Las clases en esos lugares se imparten en las tardes, y en Japón es algo muy típico ver el transporte público a las 21:00 lleno de niños que se apresuran a casa después de sus clases adicionales. Los niños estudian también los domingos y en vacaciones, tomando en cuenta que un día escolar dura en promedio de 6 a 8 horas. No es de sorprender que, según las estadísticas, en Japón casi nadie repruebe el año.
En nuestras escuelas los horarios son de cuatro horas, es decir más cortos.

6-Además de las clases comunes, a los niños se les enseña el arte de la caligrafía y poesía japonesa-
El principio de la caligrafía japonesa, o shodo, es muy sencillo: una broncha de bambú se humedece en tinta y con trazos suaves se dibujan jeroglíficos sobre el papel de arroz. En Japón shodo se valora no menos que el arte de la pintura. Y haiku es una forma de poesía nacional que, en forma lacónica, refleja la naturaleza y al ser humano como uno solo. Ambas materias representan uno de los principios de la estética oriental: la combinación de lo sencillo y lo sofisticado. Las clases les enseñan a los niños a valorar y respetar su cultura con tradiciones centenarias.
En nuestro país se practica cada vez menos la escritura a mano, especialmente, la cursiva. Y, en lo que se refiere al arte, se la reconoce raudamente en las escuelas.

7-Todos los alumnos deben usar uniforme.-
A partir de la escuela secundaria, cada alumno está obligado a usar uniforme. Muchas escuelas tienen sus propios modelos, pero tradicionalmente para los niños es ropa estilo militar, y para las niñas, blusas al estilo marinero. Esta regla existe para disciplinar a los estudiantes porque el simple hecho de llevar uniforme crea un ambiente más serio. También el uniforme ayuda a unir a los niños.
En nuestro país se pueden ver diversidades de uniformes de acuerdo a lo que su entidad escolar, propone.

8-El porcentaje de asistencia escolar es del 99,99%.
Es difícil imaginar a una persona que jamás haya faltado a clase. Pero existe una nación que básicamente nunca falta. Tampoco llegan tarde a las clases. Y el 91% de los alumnos ponen atención a lo que dicen sus maestros. ¿Qué otro país puede presumir estadísticas similares?

Sin ánimo de molestar a nadie, en este lugar del mundo, las tres variables carecen de esos porcentajes: niños y docentes faltan; pueden llegar tarde y, el tema atención al docente: inmedible.

9-Los resultados del examen final lo deciden todo-
Al terminar la preparatoria, los estudiantes tienen un examen final que determina si logran ingresar a alguna escuela o no. Los alumnos pueden elegir solo una universidad, la cual determinará su futuro sueldo y su nivel de vida en común. Al mismo tiempo, la competencia es muy alta: el 76% de los estudiantes siguen con sus estudios después de la escuela. Precisamente por eso en Japón existe la expresión «el infierno de exámenes».
En Argentina, muchos pueden acceder a la Universidad.

10-Los años universitarios son las mejores vacaciones de la vida.
No es de sorprender que después de muchos años de preparación y el «infierno de exámenes» los japoneses quieran tomar una pausa. Y resulta que la pausa cae en los años universitarios que se consideran más despreocupados y ligeros en la vida de cada japonés. El descanso es excelente antes del trabajo, y los japoneses no sólo lo toman con toda la seriedad del mundo, sino también con un gran amor por su vocación.

CONCLUSIONES:
Estamos hablando de otro tipo de sociedad, es cierto. Pero…se me ocurre opinar destacando el primer punto que habla de los modales y que dice: a los niños se les inculca respetar a los demás y a los animales, ser generosos y compasivos, buscar la verdad, saber auto-controlarse y cuidar la naturaleza.

También el tercer punto, En las escuelas japonesas no hay personal de limpieza, los mismos niños limpian todo, y en consecuencia, adquieren cierta noción de pertenencia y responsabilidad. Y agrego, no habría escuelas, ni espacios públicos o muros privados con leyendas hasta inapropiadas a la conducta social.

Del cuarto punto me gustó esto del acercamiento maternal de los docentes que conviven en la mesa con los alumnos, más allá de la preparación de los alimentos. Por cierto, no mencionan que se alimente solamente a los carenciados. Además, favorecería el vínculo a veces lejano.

En el octavo dato, se incorpora la estadística de la asistencia, la puntualidad y la atención, dispuesta hacia el que dirime algún tema. La menciono, no como un hecho curioso, sino como un dato soñado en todos los ambientes educativos nuestros, para niños y adultos, que ya no pueden dialogar y más aún si tienen una pantallita al frente. Me pareció que no debiera titularse como un hecho curioso, sino como un tema abierto para opinar, en el que seguramente, se podría disentir; pero, nos permitiría crecer.