El emprendimiento comenzó en la pandemia con $1700 pesos en el bolsillo, una plancha prestada y una ollita. Hoy, cuentan con un local en Avenida del Libertador. Una historia de amor, inmigración y mucha sazón.
Alta Gracia tiene una fuerte impronta inmigrante: incluso, la fiesta madre de nuestra ciudad busca reconocer y homenajear a las diferentes culturas y países. Según un relevamiento del 2021 a nivel provincial, se destacó que Alta Gracia es una de las principales ciudades elegidas para vivir por los inmigrantes, junto a Córdoba, Río Cuarto, Villa María, San Francisco, Villa Carlos Paz, entre otras.
Ahora bien, Carlos es uno de ellos: un joven venezolano que llegó a Argentina en 2018, y junto a su novia Natalia, argentina, se aventuraron en un novedoso emprendimiento durante la pandemia de Covid, en el 2020. La pareja, ella de Paravachasca y él – en ese momento- vecino de Córdoba Capital, decidió comenzar a vender arepas en la zona, aprovechando el permiso de circulación de Natalia en esos momentos.
«En ese entonces no teníamos nada que hacer. Estábamos cortos de dinero porque yo mandaba dinero para Venezuela, más los gastos que teníamos nosotros. En Córdoba yo vivía pagando alquiler y yendo también hasta Anisacate para quedarme unos días a compartir en familia», comienza a relatar Carlos su historia a Redacción Alta Gracia. «‘¿Por qué no nos ponemos a vender arepas entonces?'», recuerda sobre la idea.
El comienzo fue bien desde abajo: Natalia tenía $200, Carlos puso $700 y la madre de Natalia, a modo de préstamo, $1000. Un chip comprado y un celular rotito. El primer día, recibieron un pedido de ocho arepas, superando sus expectativas. Con una pequeña plancha, que apenas podía cocinar dos arepas a la vez, comenzaron a atender a sus clientes. A pesar de los desafíos, lograron establecer una clientela fiel, con personas de Marianita, Los Aromos y La Serranita, quienes apreciaron la calidad bien venezolana de las arepas.
Carlos, quien anteriormente había trabajado en gastronomía en Venezuela, enseñó a Natalia a preparar la masa y cocinar las arepas. Hoy, Natalia -fotógrafa de profesión- se convirtió en una experta en la preparación de este plato típico venezolano. «Ahora ella es la especialista en arepas. Tiene una destreza en la cocina que es insuperable», afirma Carlos, desbordado de orgullo. Hoy, cuentan con Tentate Cumaná, un local físico que trabaja mediodía y noche, ubicado en Avenida del Libertador 1909, cerca de El Crucero.
«Estamos a la orden para que vayan a probar las arepas, son demasiado ricas. Mira, cuando comes una arepa, es como si estuvieras en la isla de Margarita, o en cualquier parte de Venezuela y el Caribe», narra con vocación de vendedor.

Dejar Venezuela y adoptar un nuevo hogar
«Fue una travesía muy fuerte porque yo salí en el 2017 de Venezuela. Estuve por Colombia, Ecuador y Perú porque mi trayectoria llegaba hasta acá, hasta Argentina. Llegué en el 2018», relata. «Fue una travesía también con respecto a la aceptación de la cultura, porque somos muy diferentes. Fue duro porque yo nunca había trabajado en la construcción. Siempre fue con la cocina, con el restaurante, con la gastronomía», cuenta. «Después conocí a Natalia. Gracias a Dios, la puso en mi camino».
Carlos asegura que, si alguna vez se va de Argentina, será solo para volver a su país natal. «Estoy en casa. Yo le digo a mi pareja y a la gente, que si yo me llegara a irme de aquí, de Argentina, sería a Venezuela, no me iría a intentar a otro país».

A pesar de la situación política en Venezuela, que Carlos considera un fraude electoral, no tiene planes de regresar. «Las ganas de ir a visitar a mi familia están presentes. Sin embargo, con la decepción que hubo en las elecciones, con la cuestión de que fue un fraude, no creo que tengamos pensado volver. Creo que ninguno de los venezolanos que estamos repatriados en otros países, como emigrantes, tenga la intención de regresar a Venezuela otra vez», expresa.
«Fue duro y desmoralizó mucho a los venezolanos que estamos en otros países. Tengo contactos con muchas amistades y familiares que están en otros lugares, como España, Italia, Estados Unidos, Colombia, Ecuador y Perú. De verdad, estamos totalmente desmoralizados con esta noticia», afirma.
Fotos: Gentileza Tentate Cumaná