El emblemático amigo de Ernesto «Che» Guevara, oriundo de Alta Gracia, con quien el personaje compartió viajes por diversos países de Latinoamérica se encuentra en la ciudad y realizó parada obligatoria en la histórica casa de su amigo de la infancia, hoy devenida en museo.
Carlos «Calica» Ferrer cumplió el pasado 4 de abril 93 años. Nacido en Alta Gracia, pertenece – o perteneció- a una familia reconocida, razón por la cual la familia Guevara se mudó hacia la villa del Valle de Paravachasca: para que Ernestito sea atendido por el doctor Ferrer.
Pronto, ambas familias – los Ferrer y los Guevara- se convirtieron en muy cercanos, debido a sus ideas progresistas y afines políticos. Los niños, Ernestito y Carlos, también congeniaron con facilidad.
Fue Carlos, un año mayor que el que pronto se convertiría en el revolucionario más reconocido de América Latina, quien acompañó al «Che» en su segundo viaje por Latinoamérica: juntos recorrieron Perú, Bolivia y Ecuador. Años después recorrerían Venezuela, donde sus caminos se separaron: Carlos se quedó por una propuesta laboral y Ernesto siguió camino… camino que lo llevaría ante Fidel Castro.
Así comenzó la historia de dos amigos, que luego, valga la redundancia… se convirtió en toda una historia, digna de contar en los múltiples libros publicados por «Calica» Ferrer.
El amigo del «Che» luego de idas y vueltas se radicó en Buenos Aires, aunque no perdió nunca oportunidad de visitar su tierra natal y hacer paradas obligatorias en el Museo Casa del Che: es el caso de este fin de semana y de este lunes, donde aún continúa compartiendo momentos e historias, según confirmaron plantel del Museo a Redacción Alta Gracia.