Ante el avance de la Autovía, vecinos y comunidades expresan que no sólo se afectan viviendas y bosque nativo, si no también sitios ancestrales que se estiman que han pertenecido a la época prehispánica.
El avance de la Autovía sigue provocando malestar y resistencia entre vecinos y comunidades dispuestas a defender el bosque nativo y el espacio que comprende la traza, con un innegable impacto social y ambiental.
El pasado 12 de julio, comuneros indígenas autoconvocados accionaron en el territorio de Santa María, en el sitio sagrado milenario encontrado este mes a metros del obrador de la empresa Roggio, quien está a cargo de la construcción de la autovía Punilla en ese tramo.
«Estamos observando que la traza afecta tanto a viviendas, como sitios ancestrales. En recorridos y caminatas de los territorios hemos ido localizando y encontrando pircas, círculos, cuadrados, que se estiman que han sido viviendas de la época prehispánica, que estarían sobre la traza de la Autovía en el sector de Santa María», explica a Redacción Alta Gracia Gabriela Taborda Varela, Psicóloga social y Comunicadora.
Cabe destacar que este tipo de situación también se vive en el sector de Las Tunas, en Cosquín. El lugar, que está registrado en Catastro y a nivel provincial desde hace tiempo, la traza de la Autovía atraviesa a la mitad la zona de la comunidad y afecta a todas las familias que viven en la zona y que son pequeños productores, que conservan el estilo de vida ancestral. Además, la traza cortaría el acceso que tienen estas familias al arroyo, cortando así el acceso al agua.
«Ante esta situación vecinas, vecinos, organizaciones ambientales y comunidades indígenas estamos caminando y protegiendo territorios», comenta Taborda Varela, invitando, además, a las distintas acciones que se llevarán a cabo, como una ceremonia en el sitio ancestral de Santa María de Punilla este sábado al mediodía, o un abrazo al Río Yuspe este domingo. «Son acciones que se llevan adelante para visibilizar lo que puede ser impactado por la autovía. Estamos exponiendo las ilegalidades de Camino de las Sierras», finaliza Gabriela Taborda Varela.
