Desde este viernes, los precios de los panificados mostrarán aumentos que van del 15% al 33%.
El precio del pan tendrá desde este viernes un nuevo aumento. Así lo informaron desde el Centro de Industriales Panaderos y Afines de Córdoba (CIPAC), quienes indicaron que la medida está impulsada por el incremento general en los costos de las materias primas
Con la nueva grilla de precios, el pan francés pasará de 200 pesos a 230 pesos; el mignon subirá de 225 pesos a 260 pesos; el criollo común, de 340 pesos a 400 pesos el kilo, y el criollo de hojaldre aumentará un 20 por ciento para pasar de 400 pesos a 480 pesos.
Los aumentos más importantes se dan en las facturas comunes, que pasarán de 45 pesos a 60 pesos por unidad (un incremento del 33 por ciento); las facturas de manteca, que pasan de 55 pesos a 70 pesos (27 por ciento más caras), y las especialidades, que se incrementarán de 1.100 pesos a 1.350 pesos (22 por ciento de aumento).
Marcelo Caula, secretario General del CIPAC, destacó que en el aumento anterior, en noviembre pasado, los panaderos se comprometieron a mantener congelados los precios hasta fines de diciembre, y cumplieron con ello, a pesar de que los costos no dejaron de crecer. “En las últimas semanas, el precio de los huevos subió un 40 por ciento, al igual que el azúcar en los últimos dos meses, por eso tuvimos que ajustar los precios del pan”, indicó. Y agregó que “el precio de la harina también subió entre el 10 por ciento y 15 por ciento, dependiendo la calidad, así como también el valor del combustible, que impacta en todas las actividades”.
“Son precios sugeridos, pero les pedimos a los panaderos que los acompañen, ya que son lo números que nos permiten no solamente mantener la producción, sino también cumplir con las responsabilidades fiscales y laborales”. El dirigente reconoció también que en los últimos años creció el número de panaderos que están en la informalidad, fruto de la pandemia, pero destacó la importancia de respetar los precios acordados en el sector, ya que permiten que haya “competencia leal”.
Aunque no es oficialmente reconocido, se estima que un número importante de panaderos, cercano al 40 por ciento, se desenvuelven en la informalidad.