Comunicado de prensa- Este martes 24 de septiembre a las 9:00 horas en Tribunales II comienza el juicio oral contra un empresario conocido en la ciudad de Alta Gracia, quién luego de ser imputado por abusar sexualmente a sus sobrinas cuando tenían 6 y 10 años, mantuvo su libertad bajo fianza (con el título de un auto y una boleta de un electrodoméstico) y que hoy, cuatro años después, con el apoyo de su familia, de la justicia y de esta sociedad machista busca tapar y ocultar todo.

Frente a una justicia patriarcal que protege a los abusadores y una sociedad cómplice que los oculta, nos plantamos para apoyar a todas las personas, mujeres, niñxs y adolescentes que tienen la enorme valentía de romper el silencio. Porque les creemos, les apoyamos y les agradecemos por quiénes no pueden hacerlo.

Según UNICEF el abuso sexual infantil es un problema creciente en el mundo y constituye una de las peores formas de violencia contra la niñez y la adolescencia, sin embargo en la mayoría de los casos no son detectados ni denunciados, el primer paso es romper el silencio, ya que muchas veces es la única forma de detectarlo y sabemos que no es nada fácil. ¿Por qué se calla? Por miedo, culpa, impotencia, desvalimiento, vergüenza, se sienten cómplices, impotentes, humilladxs y estigmatizadxs.

Este trauma psíquico se potencia con el paso del tiempo, cuando la consciencia de lo sucedido es mayor.
Convocamos para que este martes nos juntemos y apoyemos a las compañeras en la audiencia, para que hagamos de la consigna «YO SI TE CREO» práctica y política, porque apostamos la construcción de una sociedad más justa e igualitaria que no encubra a los violadores desmintiendo a lxs niñxs.
¡No están solas!

Desde Feministas Silvestres, afirmaron: «queremos estar ahí para darles nuestro apoyo, que sepan que no están solas, que nosotras no nos damos la espalda, que no dejamos que se tapen y sean un trámite los juicios a los violadores. Para visibilizar el abuso sexual infantil, que es intrafamiliar, que les niñes no mienten. Y que nunca nunca es culpa de las víctimas». Costó bastante llegar a la instancia -cuatro años de espera desde que se hizo la denuncia- y temen que se siga protegiendo al imputado volviendo a victimizar a las jóvenes.