Por Claudia Fernández- Se presentó en la Fiscalía local. Se trata de Facundo Giménez, quien asesinó brutalmente a su novia en Anisacate el 1º de junio, y luego se dio a la fuga.
La causa por la muerte de Aydee Alejandra Palavecino podría tomar un nuevo rumbo, siempre que el resultado de las pericias comprueben -tal cual se presume- que se trató de un hecho premeditado, que tenía por objetivo no solo a la joven víctima, sino también a toda su familia.
Siguiendo la línea investigativa, además, este miércoles se le tomó declaración al autor de los hechos, Facundo Giménez, quien habría manifestado ante los letrados que su intención no era matar a quien terminó asesinando, ni a su bebé; por lo que dejó en evidencia una clara intencionalidad en el macabro hecho que perpetró el sábado 1º de junio en la localidad de Anisacate. Además, no habría querido brindar detalles y tampoco contestar preguntas.
La indagatoria duró poco más de media hora, y luego fue trasladado nuevamente a la cárcel de Bouwer, donde permanecerá alojado hasta el juicio.
Con antecedentes y libre
Con una personalidad similiar a la «Rumiante» (ver apartado) marcada por conductas disímiles, y también con un claro sentido de posesión y cosificación de la mujer, Giménez con sólo 20 años de edad, ya tenía antecedentes por violación a las medidas de restricción, amenazas calificadas, violación de domicilio y daño, en un hecho anterior ocurrido en 2017 donde prometió quemarle la casa a la que por ese entonces era su novia y terminó prendiéndole fuego a su moto.
Por causas que se desconocen, la justicia no consideró esto motivo necesario para que permanezca detenido, y a pocos días de lo ocurrido le dio su libertad.
«No está dentro del círculo delictual, es decir, no había participado de robos, ni hurtos, ni nada que tenga que ver con eso», confirma una fuente judicial, dando a conocer que no tenía un historial de delitos, y el hecho del 2017 es el único que se le conoce antes del terrible desenlace.

El hecho
Ese día, Facundo estaba en la casa de Aydee como cada fin de semana. Trabajaba en una empresa en las afueras de Despeñaderos de lunes a viernes, desde allí se iba a la casa de su novia en Anisacate, y se quedaba hasta el lunes. Este, parecía ser un fin de semana más de los muchos que habían compartido de esa manera; sin embargo, una pequeña discusión fue lo que desencadenó una escalada de agresiones por parte de Giménez que terminó de la peor manera.
Luego de discutir, le pegó a su novia y la madre se puso en el medio para defenderla, en ese momento sacó un cuchillo, arremetió contra su suegra, y se trabaron en lucha; Aydee salió corriendo de la casa para pedir ayuda, y el padre de la víctima, al escuchar los gritos, salió de su habitación por lo que la lucha se focalizó en ese momento entre él y Giménez.
La madre, tomó a la bebé y también se fue corriendo hacia la calle, pero el femicida la alcanzó, la mujer cayó al piso y protegió con su cuerpo a la niña por lo que él comenzó a golpearla y pegarle patadas. Al ver esa situación, Aydee corrió hacia ese lugar y fue en ese momento que el agresor literalmente la degolló y huyó.
La fuga

A pesar de que gran cantidad de policías de la Departamental Santa María, de Infantería, K9 y efectivos de la ciudad de Córdoba rastrillaban la zona, el femicida pudo esconderse y nadie sabe aún donde. Durante la noche y deambulando por la zona, encontró una casa sin llave, ingresó, robó un celular y las llaves de la camioneta y se fue.
En algún momento de la noche, y seguramente por los caminos de campo alternativos que unen Anisacate con la ruta 36, llegó a la zona de Despeñaderos, en una de las estaciones de servicio cargó combustible, y como no tenía dinero, le pagó con el celular.
Si bien el caso había tomado difusión provincial, el playero no lo relacionó con el hecho, pero si notó que estaba nervioso, por lo que luego de que se fuera, llamó a la Policía. Otra vez, por zonas alternativas, sin tocar la ruta, volvió para el lado de Anisacate y llegó a Alta Gracia durante la madrugada.
Ya en la ciudad, se fue a la casa de un familiar en barrio Parque del Virrey se quedó allí, hasta que lo convencieron de que se entregara. Dejó el vehículo, tomó un remis y le pidió que lo llevara a la plaza Solares; luego, cuando el auto había avanzado algunos metros, le dijo que lo llevara a la Comisaría: «Me mandé un mocazo», le habría dicho al chofer. Allí, en la dependencia policial, ya lo esperaban, porque se había seguido su rastro hasta allí.
Todo el vínculo familiar de la joven no logra comprender por qué, tratan de soportar el dolor de la pérdida pero hay muchas preguntas. «Era un chico callado, nunca vimos una reacción de violencia de parte de él», dicen; sin embargo, la pasividad que demostraba con la familia de la novia no era la actitud que tenía en su relación con la víctima, y de eso dan cuenta los testimonios de amigas, quienes le habrían aconsejado que se separara de él, debido a distintos episodios.
Cabe destacar que en los últimos días, la Fiscalía amplió la imputación de Giménez por lo que ahora enfrenta: «Homicidio calificado por haber mantenido relación sentimental y por violencia de género (femicidio), Tentativa de Homicidio calificado por violencia de género, Tentativa de Homicidio calificado agravado por el vínculo, Tentativa de Homicidio; además de Fuga, Hurto Califificado y Estafa». En caso de que el Tribunal ratifique estas calificaciones legales, la pena sería perpetua.
PERSONALIDAD RUMIANTE
Según el psiquiatra Christophe André: “Rumiar es centrarse, de manera repetida, circular y estéril en las causas, los significados y las consecuencias de nuestros problemas, nuestra situación y nuestro estado de ánimo. Al rumiar creemos que estamos reflexionando pero, en realidad, no hacemos más que enredarnos y hundirnos. Rumiar amplifica los problemas y el sufrimiento y reduce el espacio mental que debe ocupar el resto de la vida (en especial para lo bueno y los instantes felices). Y, sobre todo, pone en marcha reflejos y hábitos negativos, puesto que frente a las dificultades, les damos vueltas sin parar, en lugar de resolverlas (aunque sea con imperfecciones) o tolerarlas, siguiendo a pesar de todo con nuestra vida”.
Fuente: Mi Valle