El Tribunal Oral Federal número 1 condenó al exmilitar Osvaldo Quiroga a prisión perpetua y al expolicía Gustavo Salgado a diez años de prisión, en relación a crímenes perpetrados durante la última dictadura en la cárcel de barrio San Martín.
El Tribunal Oral Federal número 1 condenó este jueves al mediodía al exmilitar Osvaldo Quiroga a prisión perpetua y al expolicía Gustavo Salgado a diez años de prisión, al encontrarlos responsables de crímenes cometidos durante la última dictadura en la Unidad Penitenciaria número 1 de barrio San Martín.
De esta manera, llega a su fin el 19° juicio por crímenes de lesa humanidad de lesa humanidad de la provincia de Córdoba.
Ambos condenados permanecerán en libertad, lo que generó un amplio disconformismo entre familiares y allegados de las víctimas, que colmaron la sala de audiencias del segundo piso del Tribunal.
Cabe recordar que Quiroga y Salgado habían sido absueltos en el juicio de 2010, en el que fueron condenados, entre otros, Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez. Sin embargo, la Corte Suprema y la Cámara de Apelaciones ordenaron que se realice un nuevo juicio.
Larga espera
Pasaron 15 años desde el juicio por el asesinato de 31 presas y presos políticos en Córdoba, cometidos entre abril y octubre de 1976. Se trata de los crímenes de detenidos alojados en la Unidad Penitenciaria N° 1 de barrio San Martín, torturados en lo que fue el D2 que funcionaba en dependencias del Cabildo Histórico.
Las muertes, provocadas en distintas tandas, tuvieron un patrón común y eso se vio a la hora de ser informadas: intentos de evasión durante un traslado, enfrentamiento armado con grupos que pretendían liberarlos, la llamada “ley de fugas”.
En aquel emblemático proceso de 2010, se condenó a prisión perpetua, entre otros, a Jorge Rafael Videla (el dictador, que volvió a sentarse en un banquillo por primera vez tras el Juicio a las Juntas de 1985), y Luciano Benjamín Menéndez (el excomandante del III Cuerpo de Ejército, con áreas operativas durante la dictadura que abarcaron 10 provincias).
El proceso desnudó, asimismo, la complicidad de magistrados y funcionarios judiciales, a quienes se les había informado de los “traslados” y jamás investigaron los burdos argumentos –plasmados en comunicados a la prensa- del Ejército explicando las muertes de los detenidos.
Fuente: La Nueva Mañana










