Con la venta de divisas, el Gobierno apuesta a frenar la escalada del dólar de cara a las elecciones, pero la medida golpea fuerte a los bonos soberanos. Ahora bien, la mirada de la city está puesta en qué pasa hacia adelante con el esquema cambiario.
En la previa de las elecciones bonaerenses del próximo domingo 7 de septiembre, el Gobierno anunció que a partir de este martes intervendrá en el mercado de cambios, algo que el mercado ya venía sospechando desde la semana pasada. La apuesta oficial es que el dólar frene la escalada y para ello se utilizarán las divisas que posee el Tesoro en el Banco Central: unos u$s1.700 millones. En ese contexto, la city pone el ojo en la capacidad de pago de la deuda soberana, que se derrumba esta rueda, y activa una nueva suba en el riesgo país.
«Me parece que lo que busca el Gobierno es que el anuncio mismo opere como un incentivo a que se corra la demanda del mercado cambiario«, asegura a este medio el economista de PxQ, Pedro Martínez Geber. La medida ya tuvo impacto en el segmento mayorista, donde el dólar cedió $11 a $1.361. Así y todo, está a solo $106 (7,8%) del techo de la banda.
Hacia el final de la rueda, operadores de la city confirmaron que el Banco Central (BCRA) operó en el mercado de futuros y también lo hizo en el oficial, pero a cuenta y orden del Tesoro, ya que éste no puede intervenir directamente en el MULC. El fin es «contribuir» a la liquidez del mercado y su «normal funcionamiento», según informó más temprano el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
Ahora bien, el esquema de flotación cambiaria preveía una intervención oficial una vez que el tipo de cambio llegue al techo de la banda. Sin embargo, el Gobierno cambia las reglas de juego sobre la marcha y empieza a vender dólares del Tesoro cuando la divisa aún no llegó al máximo valor del esquema. ¿Frente a qué sistema cambiario nos encontramos ahora? Para Geber se explicaría más como un «esquema de flotación administrada o sucia», aunque en un principio esto sería para contener la dolarización preelectoral. Sin embargo, hacia adelante Lucas Carattini Alvarez de Toledo, operador de BAVSA, remarcó que no observa un «cambio de esquema, ya que eso implicaría que se caiga el acuerdo con el FMI y tener que reformularlo».
«Este esquema de intervención parece estar armado para contener el tipo de cambio ahora», añadió el especialista. La mirada es extremadamente cortoplacista: «Esta noticia refuerza la idea de que todos los cartuchos del Gobierno están puestos en defender el dólar hasta las elecciones. Hay que ver qué pasa el domingo, si el resultado ayuda a restar volatilidad o no», subrayó Alvarez de Toledo.
Fuerte golpe a los bonos: la intervención oficial no cayó bien en el mercado bursátil
La intervención que opera como incentivo en el mercado del dólar, golpea con fuerza a la renta fija. Es que, los dólares que se utilizarían para intervenir en el MULC son los que «garantizaban una parte del pago de los vencimientos de los Globales y Bonares en enero próximo», explica Pablo Repetto, jefe de research de Aurum Valores. De esta manera, los títulos recortaron hasta 2,3% en moneda dura y los inversores comienzan a dudar de la capacidad de pago de deuda que tendrá el Tesoro.
De cara a enero, el Tesoro debe cumplir con u$s4.200 millones por los vencimientos de Bonares y Globales de los que solo tiene u$s1.700 millones, según consignó Vectorial en su informe semanal. Ahora bien, la consultora agrega que no solo dejaron de lado las compras en bloque, sino que se observó una reducción de u$s200 millones en la última semana que «da indicios de que podrían estar vendiendo».
En paralelo, esto genera mayor presión sobre las arcas públicas debido a la acumulación de reservas posterior a las elecciones, pero “el usar lo que hay antes, los obligará a comprar mucho más de lo previsto”, resalta Repetto. Vale destacar que, el BCRA debe finalizar el cuarto trimestre del 2025 con u$s2.600 millones negativos, según la última revisión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que relajó la meta. Al 13 de junio los activos alcanzaron los 4.700 millones de dólares negativos, según la información del organismo multilateral. Es decir, en el último semestre del año debería incrementar u$s2.100 millones las divisas atesoradas.
Además, las compras del BCRA hacia fin de año se deberían darse mientras el dólar se encuentre dentro de los márgenes del esquema de flotación por lo cual, ¿cuándo comprarán? Son preguntas que se responderán posterior a las elecciones. La intención de cumplir con la meta de reservas del FMI generará una presión adicional sobre el tipo de cambio en un contexto de escasez de oferta de divisas, que podría hacer escalar su valor.
Ante la consulta sobre la cintura del Central en este caso, Alvarez de Toledo manifestó que «hay formas de generar competitividad sin mover las bandas», en esa línea precisó que con los más u$s40.000 millones en las reservas, hay un poder de fuego de u$s25.000 millones objetivamente para intervenir en el techo de la banda.
«Habrá que ver cuál será la magnitud de la intervención del Tesoro porque tampoco es que tienen demasiadas divisas como para usar permanentemente», añadió Repetto.
Fuente: Ambito Financiero