En el marco del proceso de revocatoria de mandato impulsado por vecinos y vecinas de Aniscate en contra de la intendenta Natalia Conttini suma un nuevo capítulo a los casos que ya se registraron en la provincia. En 2011, las localidades cordobesas de Dean Funes y Villa Ascasubi fueron escenario de procesos de revocatoria de mandato que culminaron con la destitución de varios concejales, marcando hitos en la aplicación de este mecanismo en la provincia.
La provincia de Córdoba fue pionera en la implementación de la revocatoria de mandato, incorporándola en su legislación en 1923. Este mecanismo permite a los ciudadanos destituir a funcionarios electos antes de que finalice su mandato, siempre que se cumplan ciertos requisitos legales.
En 2011, se llevaron a cabo procesos de revocatoria de mandato en las localidades de Deán Funes y Villa Ascasubi. Estos casos son destacados por ser de los pocos en los que el mecanismo se completó en la provincia.
De acuerdo a lo informado en ese entonces por el medio «informartetraslasierra» el domingo 27 de febrero 2011 «el electorado de Dean Funes revocó, con un 55% de los votos, el mandato de los concejales Eduardo Barbano, María Rosa Minuet, Jorge Bazán y Adriana Ruarte. Aunque el pedido de revocatoria fue hecho por un ciudadano común, el intendente Alejandro Teijeiro se puso al frente de la campaña, motivado por las reiteradas acusaciones hacia su gestión. Con poco más del 50% de concurrencia del electorado, el SI a la destitución de los Concejales fue más que elocuente con el 55% de los votos, contra el sólo 45% que obtuvo el NO».
Por su parte, en la la localidad de Villa Ascasubi destituyeron a dos concejales.
El medio provincial, la Voz del Interior informaba el 20 de febrero de 2011: «Los concejales justicialistas Aníbal Frizzo y Julia Guipponi fueron destituidos de sus cargos en el marco del proceso revocatoria que se registró en Villa Ascasubi. El fundamento por el que sectores cercanos al gobierno municipal de la intendenta Zully Fonseca de Salvi promovieron la revocatoria fue que los ediles en cuestión no habrían avalado con sus votos algunos proyectos emanados del Ejecutivo municipal. Los dos concejales habían ingresado por la misma lista del PJ que encabezó Fonseca de Salvi. Ambos argumentaban que no podían limitar su función a ser «levantamanos» en las sesiones del Concejo» .
La localidad de Anisacate está viviendo situaciones similares a merced de varios vecinos y vecinas que interpelan la gestión de la intendenta del PRO, entendiendo que está incumpliendo el rol de funcionario público.
A partir del 11 de febrero en la Comisaría local los electores podrán registrar su firma para avanzar en el pedido de revocatoria, mientras la titular del Ejecutivo entiende que la misma está impulsada por quienes perdieron las elecciones en los últimos comisios. «El pedido de revocatoria llevado a cabo por un grupo extorsivo de personas, vinculados a la anterior gestión que gobernó 30 años, no genera otro efecto que redoblar nuestro esfuerzo por mejorarle la calidad de vida a los vecinos. Si debemos ir a la urnas, los anisacatenses de bien vamos a reafirmar que no los queremos gobernando nunca más», dijo.