Foto Redacción Alta Gracia

La oposición- en la voz de Amalia Vagni – cuestionó la obra de la calle Lucio V. Rossi y pidió explicaciones. Momentos más tarde, llegó el intendente Marcos Torres con sus secretarios del área y no lo dejaron hablar. En medio de un griterío bochornoso, el mandatario local se levantó y se fue.

Vergüenza ajena es lo que sentimos quienes cubrimos periodísticamente las sesiones ordinarias dle Concejo Deliberante, cuando el bloque opositor comenzó a analizar lo sucedido en la obra millonaria que se lleva adelante en la calle Lucio V. Rossi.

Tanto concejales del oficialismo como de la oposición comenzaron a interrupirse entre sí que, incluso para la presidenta del cuerpo, Cristina Roca la situación comenzó a tornarse incontrolable.

El bloque de «Alta Gracia Crece» había pedido la presencia del intendente Marcos Torres para que explique qué sucede con esa obra que – según su análisis- tiene varias irregularidades.

El mandatario local llegó al recinto acompañado por Marcos Moreira y los concejales opositores comenzaron a gritar e insultar de tal manera que, tanto espectadores ocasionales como los vecinos y vecinas que siguen las sesiones vía internet a través de los distintos medios de comunicación, quedaron azorados.

Pocas veces se vió en el recinto que un intendente se haya presentado al cuerpo legislativo y no lo hayan dejado hablar y, no sólo eso, gritos, chicanas, interrupciones que se sobrepusieron al intento del mandatario de poder expresase para luego, poder llevar adelante un debate serio y adulto.

Después nos «preocupamos» cuando hay hechos de violencia en las escuelas, en los partidos de fútbol, en la calle.. si los propios representantes no son el mejor ejemplo.