En el marco de los 40 años de Democracia, este año por primera vez, desde la completa renovación del recinto del Concejo Deliberante, se retiró la imagen de Cristo crucificado y se reemplazó por la del escudo municipal.
En sesión del Concejo Deliberante del pasado miércoles se aprobó el proyecto de declarar el 2023 como Homenaje a los 40 años de democracia ininterrumpida en el país. El proyecto aprobado constó de propuestas en conjunto de ambos bloques, tanto oficialista como opositor.
Libertad y democracia van de la mano. Se conmemoran 40 años de poder ejercer la libertad con la certeza de – valga la redundancia- poder pensar libremente, expresarse libremente, poder disentir, dialogar y debatir. En ese sentido, la religión también entra en juego. De hecho, el artículo 14 de la Constitución Nacional establece el derecho general de profesar libremente el culto.
Y, en el marco de los 40 años de Democracia, este año por primera vez, desde la completa renovación del recinto del Concejo Deliberante, se retiró la imagen de Cristo crucificado y se reemplazó por la del escudo municipal.
En Argentina existen numerosos proyectos legislativos para retirar las imágenes católicas de edificios públicos, pese a que la Constitución sostiene el culto católico apostólico romano.
En Córdoba, la legisladora por el Frente de Izquierda, Luciana Echeverría había presentado un proyecto para retirar todas las imágenes religiosas de edificios públicos «en miras a garantizar el efectivo cumplimiento de los principios de libertad religiosa y la laicidad del Estado en el ámbito de la provincia de Córdoba». Por mencionar uno de los tantos proyectos similares que existen a nivel provincial y nacional.
Se puede ejercer la libertad religiosa y estar relacionado con Dios. Una cosa no quita la otra. Un gran avance para asegurar la libertad de cultos, que incluso ha sido garantizada en el Concilio Vaticano II de la Iglesia Católica, es aprender a respetar que todos podemos ejercer con libertad, dignidad y respeto nuestras propias creencias, sin ser obligados o coersionados.
Y, volviendo al Concejo Deliberante, ¿cambia en algo de la dinámica legislativa que la imagen de Cristo haya sido reemplazada? No. ¿Es un paso hacia la pluralidad de pensamientos y creencias a nivel local? Sí.
